FURTIVA es un proyecto que propone un relato particular sobre la naturaleza de la pintura cuestionando la visión directa y otorgando a esta disciplina la capacidad de ser lugar propicio para el estudio y el conocimiento. Un proyecto de investigación teórico-práctico que ahonda en la definición de pintura expandida, que explora la imagen sintética como referente de la propia obra, en un bucle que pone de manifiesto cuestiones como la autonomía de la pintura, la construcción de la imagen incidiendo en la dualidad abstracción-figuración además de la disposición instalativa e hibrida de la pintura.
FURTIVA da título a una serie de trabajos pictóricos que pretenden establecer un estrechamiento entre imagen y pintura, cuestionando la visión directa y otorgando a esta disciplina la capacidad de ser lugar propicio para el conocimiento. Un proyecto que con la ayuda del espacio del taller como laboratorio, la virtualidad de las redes, la tecnología digital y la manualidad de la construcción pictórica trata de presentar una realidad diferente de la pintura contemporánea. La relación entre imagen y tecnología no ha supuesto únicamente nuevas formas de ver la realidad “objetivamente”, sino que, a través de su rápido desplazamiento al ámbito de lo estético, ha generado nuevas formas de expresarla que aumentan las distancias entre realidad y representación mimética, abriendo un campo de posibilidades para una expresión compleja y reflexiva, donde el concepto de pintura se convierte en hibrido para adecuarse más fácilmente a una realidad cambiante, donde su universo se origina simultáneamente tanto en el estudio como en la red.
FURTIVA, alude a la actitud que yo tengo como artista, donde he de estar al acecho frente a mi práctica, la pintura, una invención enmarcada en busca de su constante redefinición donde el pintor vive hoy consciente de esa limitación que ensombrece la distancia entre su despertar y el trabajo en el estudio, que le hace estar siempre atento y le acompaña al entregarse al ejercicio del goce, apartándose del placer reservado únicamente a los que disponen del privilegio de la distancia.
Con este proyecto continuo con mi reflexión en torno a la pintura, planteando ese proceso de hibridación, en un reseteo constante donde la pintura, en lugar de ser una versión expresiva del mundo paralizado que nos rodea, se convierte en una actividad capaz de crear señuelos que activen de nuevo la mirada constante del artista y, si es posible, con su presencia atraiga la mirada activa del que desea observar.